En el vasto jardín que llamamos vida,
Cada uno tiene su flor escondida,
Con colores únicos, esencia singular,
Que espera el momento de poder brillar.
Algunos florecen bajo el sol temprano,
Otros en la calma del ocaso lejano.
Cada flor tiene su propio compás,
Sin prisa, sin pausa, avanzando en paz.
No hay que temer si tardas en abrir,
La belleza está en el tiempo de vivir.
Cada pétalo cuenta una historia que brota,
De sueños y luchas, de lo que se nota.
Escucha tu alma, sigue tu sendero,
No importa el ritmo, ni quién va primero.
La comparación es una sombra vana,
Tu flor florecerá cuando llegue su mañana.
En este mundo diverso y plural,
A cada uno su flor, su destino ideal.
Cuidemos con amor el jardín interior,
Y celebremos juntos el don de ser flor.
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