Te creí, tú que me ofrecías tu corazón,
Un amor sincero, un poco de dulzura.
Pero detrás de tus palabras, busqué tu verdad,
Y encontré secretos que querías ocultar.
Me diste tu llave, una puerta por cruzar,
Para conocerte mejor, entenderte, amarte.
Pero el espejo que vi me mostró tu otra vida,
Tu corazón compartido, tu amor traicionado.
Las palabras que me enviabas, llenas de promesas,
Se fundieron en mentiras y debilidades.
Otro te tomó, con promesas vacías,
Y yo me quedé allí, solo en mi luz.
Te amé, pero solo eras un sueño roto,
Un espejismo de amor, una ilusión disfrazada.
Cuando el viento de la duda sopló en mi alma,
Te vi irte, como una sombra sin llama.
La verdad me golpeó como un rayo cruel,
Tu corazón no era mío, no eras leal.
Me ahogué en mensajes borrados,
Un mundo oculto donde te dejaste llevar.
Hoy, dejo caer el dolor del pasado,
Aprendo que el amor nunca es un simple pacto firmado.
Me levanto, más fuerte, menos ingenuo,
Porque el amor verdadero no se esconde en palabras vanas.
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